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Asociación de Antiguos Alumnos del ONP

Crónica de la excursión a "Boca del Asno" y La Granja (Segovia).-10-06-13.

    Como estaba previsto, por fin celebramos la anunciada excursión, que por primera vez reunía unas características diferentes a todas las anteriores, a saber: convocatoria sin esperar respuesta de inscripción, excursión en día laborable, transporte particular a cargo de cada asistente, comida también a cargo de cada uno (aunque alguno se ayudó al final con la adquisición de comidas del “chiringuito” existente en el área recreativa de “Boca del Asno”). 

      Con estas premisas nos acercamos al punto inicial de cita, el Puerto de Navacerrada, a la hora convenida, las 12 horas. Y los primeros que alcanzaron la cima del Puerto, se preguntaban: ¿Cuántos compañeros vendrán a la excursión? Pues bien, la respuesta la tuvimos a los pocos minutos, cuando llegaron allí varios compañeros, con sus respectivas mujeres...y una muy numerosa representación familiar de nietos, de manera que allí nos juntamos un total de 15 personas. La temperatura en lo alto del Puerto era bastante elevada ¡Y estamos hablando de una altura de casi 1.900 metros!, aunque la brisa que soplaba, más bien fresca, paliaba en gran parte la sensación de calor (Pero no olvidemos que en Madrid la temperatura alcanzó ese día los 36º C). ¡Ah! Y una aclaración: los motoristas municipales que vimos  pasar por el Puerto de Navacerrada eran de la comitiva de los príncipes de Asturias, que en ese día acudieron al Puerto de los Cotos a la inauguración de un monolito para conmemorar la reciente declaración de la Sierra de Guadarrama como Parque Nacional.

    Desde allí nos dirigimos cuesta abajo por la carretera que conduce a La Granja de San Ildefonso, a través de las famosas “siete revueltas”, con unas curvas de 180 º, y que en menos de 5 Kms desciende hasta los 1.400 metros, altura a la que se encuentra “Boca del Asno”, un área recreativa situada en un entorno maravilloso, lleno de pinares y por donde circulan las frías aguas del río Eresma.

  Una vez en el área recreativa nos establecimos en las mesas que hay diseminadas por la zona y ya casi no nos dio tiempo apenas para dar un corto paseo antes de comer. Casi todos llevaron su propia comida, aunque en el chiringuito allí abierto hay de todo para comer y beber, de manera que pudimos completar nuestras comidas con algunas del mismo, así como de bebidas varias.

   Los chavales que nos acompañaban, cinco en total, se lo pasaron en grande, después de comer, en las torrenteras del río Eresma, que circula allí mismo. Sólo con ver a los niños disfrutar de esa manera ya merece la pena hacer la excursión. Y los mayores nos lo pasamos estupendamente en la sobremesa charlando sin parar durante varias horas. 

    Cuando nos cansamos de estar allí nos dirigimos a La Granja, en donde visitamos las famosas fuentes y los jardines de Palacio. Y ya a la caída de la noche regresamos a Madrid pero no por donde habíamos venido, es decir, por el Puerto de Navacerrada, sino por la carretera que conduce desde La Granja a Riofrío y luego por la carretera nacional que desde Segovia llega hasta Madrid, pasando por San Rafael, el Puerto del León y Guadarrama.

    Al legar a Madrid, calor a raudales (daban ganas de darse la vuelta). Pero ya el regreso era irreversible. La experiencia ha sido muy buena y esperamos hacer en el futuro excursiones parecidas a otros lugares de la sierra, que los hay muy bonitos.

 

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